miércoles, 2 de enero de 2013

LA NOCHE EN SOMIEDO









Esta ha sido la segunda experiencia nocturna en Somiedo. Esta vez vinimos más preparados pero no acertamos de nuevo con la previsión del tiempo y llegamos con dos horas de antelación al lugar más lejano de la ruta y primer motivo a fotografiar de la noche,  el Lago del Valle. 
Estuvimos un buen rato sentados esperando la noche, pero el frío y el viento dejaba en nuestro cuerpo una sensación muy desagradable difícil de tolerar. Para luchar contra la espera y las condiciones meteorológicas decidimos dar un paseo alrededor del lago para entrar en calor y despejar un poco la cabeza. Finalmente la idea fue todo un éxito y después de ver unos cuantos rebecos nuestros trípodes nos esperaban en las brañas con ansia de foto.




VIENTO, PUTO VIENTO. Esto fueron las primeras palabras de la sesión,  no podíamos separarnos ni unos centímetros de nuestras cámaras por miedo a perderlas, no era plan ver nuestras cámaras hacerse ostias contra las rocas por una simple foto. Desde mi punto de vista El Lago del Valle no es buen motivo a fotografiar por la noche, a pesar de su gran belleza e importancia geológica es muy complicado hacerle justicia y por más que peleamos fueron las peores fotos de la sesión. No me arrepiento de subir a fotografiarlo o simplemente vivir la experiencia de ver caer la noche en un lugar con cierta hostilidad, pero el encuadre más interesante puede que sea desde las morteras y tiene telita subir allí… para otro día, hoy tocan brañas.






Cada paso que dábamos mejora el tiempo, quién nos iba a decir que estaríamos fotografiando Somiedo en diciembre de noche a 12 grados, todo un acierto. Continuamos la noche fotografiando brañas no muy lejas del camino, estábamos cansados y todavía nos quedaban 5 km de pateada que aunque no sea mucho… puedo y dar fe que ejercer fotografía nocturna cansa mucho sobre todo mentalmente.
Cuando llegamos al coche estábamos muy contentos con los resultados, el cielo estaba de impresión pero no daban las fuerzas para nada más. Nos dirigimos a Ponferrada satisfechos y baldados. Dejamos muchas cosas por el camino, pero Somiedo es para mí un lugar de visita obligada por lo menos una vez al año. Volveremos…